Una Puerta Abierta

Ayer, JoAnna y yo tuvimos el privilegio de visitar a la iglesia hija nuestra en Zipaquirá. Siempre nos da gozo poder llegar a una obra y abrazar a los hermanos y ver la obra de Dios en sus vidas. Luis Carlos, el misionero encargado de esta obra permitió que yo compartiera algo con la iglesia. Dios me dio Apocalipsis 3:8 que dice, «Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre.» Este verso nos enseña que esta iglesia de Filadelfia era pequeña en número, sin embargo se volvió una iglesia modelo, aun para nosotros hoy en día. Hay 5 cosas que quiero señalar en este texto aplicándolo a nuestra obra misionera en Colombia.

  1. No Tenemos Que Ser Una Mega Iglesia Para Ser Iglesia Modelo. Ser iglesia modelo según la biblia es una que realiza la gran comisión (Mt.28:19-20). Es decir, no depende de su tamaño sino de su alcance. La meta de muchos pastores es edificar su reino y no el del Señor. Tendrán que rendir cuenta a Dios por eso algún día. La iglesia en Filadelfia era pequeña (con poca fuerza) pero a la vez era grande, ante los ojos del Señor, por su visión hacia afuera, misionera. Espero que nunca perdamos nuestra visión misionera en «La Biblia Dice…» de Colombia. Si vamos a agradar a Dios, tenemos que obedecer sus órdenes en Mt.28. A propósito, Mateo 28:19-20 habla de establecer iglesias en todas las naciones del mundo. (evangelizar, bautizar y enseñar en cada nación)

     

  2. Dios Abre La Puerta del Ministerio (I Co.16:9; Col.4:3). En Ap.3:8 el Señor dice, «he puesto delante de ti una puerta abierta». Fue Dios quien le dio a esta iglesia una puerta abierta. La frase, «puerta abierta» se refiere a una oportunidad de servicio. Específicamente se refiere a «una puerta para evangelizar o para realizar la gran comisión». ¡Qué verdad tan importante! Zacarías 4:6 dice, «No con ejército, ni con fuerza, sino con mi Espíritu, ha dicho Jehová de los ejércitos.» En una forma es un peligro ser iglesia grande en número porque fácilmente se puede confiar en sí misma y tratar de hacer la obra en su propia fuerza. Bueno, la iglesia de Filadelfia tenía poca fuerza lo que implicaba depender de Dios para poder realizar la obra. Una iglesia numerosa con toda clase de recursos tiene la tendencia de tumbar puertas y hacer la obra por Dios pero esto trae consecuencias tremendas, la principal siendo que Dios no recibe la gloria. Es obra de hombres. Gracias a Dios, no tenemos mega iglesias en nuestro ministerio en Colombia hasta hoy. Somos como la iglesia de Filadelfia que tenía poca fuerza y como consecuencia, nos toca depender de Él. Nuestra fe está en Él para que nos abra la puerta y que nos de Su poder para entrar en ella y realizar la gran comisión. De hecho, estamos haciendo viajes exploratorios a Venezuela, Santa Marta y Medellín en estos días para saber si Dios nos tiene una puerta abierta en estos lugares. Ya entendemos que si Él nos abre la puerta y entramos en ella con Su Espíritu, tendremos iglesia modelo en cada lugar algún día.

     

  3. Cada Iglesia Decide Si Va a Entrar En Ella o No. Nuestro texto dice, «he puesto delante de ti una puerta abierta». La puerta que Dios nos abre está delante de nosotros, pero no tenemos que entrar en ella. No tenemos que obedecer. Obviamente, esta iglesia de Filadelfia era obediente y es por eso que Dios le abrió la puerta para el ministerio. De eso hablamos en el punto siguiente. Pero la aplicación que quiero dar a esta frase es que en Cristo ya tenemos la luz verde, ya tenemos una puerta abierta al mundo perdido, la cosecha ya está lista. Es decir, ya hay una puerta abierta delante de cada iglesia y esa puerta se llama las misiones, la gran comisión. Sin embargo, hay pastores que solo se enfocan en lo suyo, en su iglesita, en su ciudad o sector de su ciudad y no llevan a su congregación al campo misionero. Esta clase de iglesia, con el tiempo, se acabará. Los creyentes de esta iglesia se perderán por falta de tener una visión bíblica (Prov.29:18). La verdad es que nosotros aquí en America Latina no tenemos excusa, Dios nos ha puesto delante de nosotros una puerta grande en cuanto a la evangelización. Debemos salir de nuestro mundo local pequeño y obedecer a la gran comisión. Hay iglesias que tienen una puerta grande que Dios les abrió pero por perder la visión del Señor en Mateo 28, no entran en ella. Que Dios nos salve de tener esa clase de iglesia en nuestra obra en Colombia.

     

  4. Dios Nos Abre Las Puertas Según Nuestra Fidelidad. En Ap.3:8 Juan explica porque el Señor le abrió una puerta a la iglesia de Filadelfia cuando dice, «porque aunque tienes poca fuerza, has guardado mi palabra, y no has negado mi nombre». Dios nos abre puertas según nuestra fidelidad a Él. Específicamente a través de vivir la palabra y testificar de Él al mundo perdido. Cuando Dios ve que somos fieles en lo poco, nos confía más y más en cuanto a la edificación de Su reino (Lc.16:10). En otras palabras, el éxito de la obra misionera es nuestra obediencia en estas dos áreas. Cristo dice en la primera frase del verso, «Yo conozco tus obras;». El Señor en cada momento está observando a nuestras iglesias para saber si les puede confiar más y más oportunidad de participar en la evangelización del mundo. Por la gracia de Dios, nuestras iglesias aman la palabra (la obedecen) y se preocupan por hablar de Cristo en sus casas, trabajos, colegios, universidades, barrios, calles etc. Como consecuencia Dios nos está abriendo puertas a través de este país y aún en otros países del mundo. Wow! No podemos enfatizar demasiado la importancia de vivir lo básico de la vida cristiano día a día. Si lo hacemos, la obra que Dios nos tienen en el futuro será cada vez más grande.

     

  5. Dios Nos Dará La Victoria Al Entrar En La Puerta Que Él Abre. El texto dice, «he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar;» Una vez que entramos en la puerta que Él nos abre por obediencia, la victoria en tal lugar ya está. Nadie, ni Satanás puede cerrar la puerta que el Dios vivo y verdadero nos abrió. Ahora mención algo, nosotros podemos de dejar de ir por ser negligentes y desobedientes, pero la puerta sigue abierta. Lo digo porque a veces decimos, «es que no volvimos a tal lugar en Colombia porque Dios nos cerró la puerta». No!!!! Si Él la abrió, todavía está abierta pero por ser desobedientes no seguimos viajando a tal lugar. Pero si entramos en la puerta que Él abre y seguimos fieles realizando la obra que Él empezó, habrá victoria. Tendremos iglesia modelo establecido en ese lugar algún día. Tremendo no! Qué tal esa promesa que Cristo nos da. Entonces hay dos preguntas claves: 1) Quien abrió la puerta, Dios o nosotros? Y 2) Si Él la abrió porque no confiamos en Él para que nos dé ese fruto que permanezca en cada lugar? (esto implica fe y persistencia).

     

    Hay mucho más en este texto pero por ahora lo dejamos así. Espero que tengamos estas verdades en mente cuando realizamos Colombia para Cristo. Ellas hacen la diferencia.